Las causas son desconocidas. Desde hace años se considera que existe una predisposición genética, es decir, se nace con genes que facilitan el desarrollo de la enfermedad. A esto se le agrega una causa ambiental, sea infecciosa, hormonal, tóxica, etc. Al combinarse los dos factores, se activa y desbalancea nuestro sistema de defensa ó sistema inmune, y se desarrolla poco a poco la enfermedad.
Los síntomas son muy variados pues al lupus se lo conoce como "la gran simuladora" porque puede afectar cualquier órgano o sistema, simulando otras enfermedades.
Las manifestaciones clínicas frecuentes son:
- Artritis o artralgias,
- Lesiones en piel, el típico eritema en alas de mariposa,
- Caída de cabello,
- Úlceras orales o nasales,
- Pleuritis o pericarditis,
- También se presenta en ocasiones el compromiso renal ó nefritis lúpica, que si es muy severa puede causar daño renal progresivo o insuficiencia renal.
Las consecuencias de las diversas manifestaciones clínicas y su recurrencia son el daño progresivo de los órganos afectados, como artritis deformante, lesiones crónicas, cicatriciales de la piel, lesiones pulmonares crónicas, daño neurológico, insuficiencia renal, etc. También son frecuentes las manifestaciones adversas como consecuencias de los diferentes tratamientos, particularmente es el caso de los corticoesteroides como son el síndrome de Cushing secundario, diabetes, osteoporosis, cataratas, hipertensión arterial, glaucoma, aumento en el riesgo de infecciones, etc.
La educación es lo más importante para tratar la enfermedad, ya que el paciente debe que entender las características de la misma, particularmente, debe conocer que es una enfermedad crónica y que en cualquier momento puede recrudecer. Sin embargo, cumplir con los tratamientos, con las citas médicas y no automedicarse es la mejor forma de llevar esta enfermedad. En los últimos años aparecieron muchas novedades en el tratamiento de lupus y existen medicamentos que nos permiten controlar mejor las complicaciones.
No hay forma de prevenir la enfermedad, sin embargo, es importante conocer que los familiares de pacientes con lupus quizá tengan un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad. Estas personas deberían, a la primera aparición de síntomas como artritis o enfermedades de la piel consultar con su médico de confianza o con su reumatólogo e informar sobre sus antecedentes familiares. Llevar una vida sana con dieta baja en grasas, evitar el sobrepeso, el tabaco, la excesiva exposición al sol y hacer ejercicios en forma periódica, ayudan a prevenir no solo el lupus sino también otras enfermedades reumáticas.
Por último, consulte a su médico de confianza:
- Si tiene artritis (inflamación, dolor y rubor de una articulación),
- Si hay lesiones en piel, particularmente luego de exposición al sol,
- Si hay fiebre persistente o pérdida de peso no explicada,
- Si tiene una enfermedad con compromiso de múltiples órganos o sistemas,
- Si es joven y tiene hipertensión arterial de reciente comienzo y/o hinchazón de piernas,
- Si tiene anemia persistente o sangrado fácil de encías o nariz,
- Si es una mujer con abortos múltiples sin causa aparente.
