La aparición del mosquito Aedes aegypti infectado se encuentra relacionada a varios factores como el cambio climático, el aumento de la población mundial en áreas urbanas de ocurrencia rápida y desorganizada, la insuficiente provisión de agua potable que obliga a su almacenamiento en recipientes caseros descubiertos, el aumento de viajes y la falta de una vacuna eficaz.
Una persona podría padecer de dengue hasta cuatro veces a lo largo de su vida. La enfermedad puede presentarse de dos maneras: clásica o grave y sus síntomas pueden modificarse con el paso de los días o agravarse de manera súbita.
Después del periodo de incubación, la enfermedad comienza abruptamente y pasa por tres fases: febril, crítica y de recuperación. Los 6 síntomas de alerta del dengue a los que debe prestar mucha atención son:
- Fiebre alta y repentina que dura de 2 a 4 días acompañada de enrojecimiento facial,
- Dolor corporal, muscular y articular
- Dolor de cabeza y detrás de los ojos
- Enrojecimiento faríngeo y de los ojos
- Náuseas y vómitos
- Falta de apetito
En la fase Crítica (24 a 48 horas posteriores a la disminución de la fiebre), el paciente presentará dolor abdominal intenso y continuo, vómito, hemorragia de las mucosas nasales y de las encías, sangrado vaginal en mujeres de edad fértil, letargia e irritabilidad, aumento de la permeabilidad capilar que podría generar derrame pleural (liquido en los pulmones) y la ascitis (liquido en cavidad abdominal), concentración de glóbulos rojos, estrechamiento de la presión arterial y sangrado digestivo.
Si existe una buena hidratación desde cuando iniciaron los síntomas, probablemente pase de la fase febril a la de recuperación en donde aparecerá el apetito, se estabilizarán los glóbulos rojos y los blancos comenzarán a subir.
Es importante que si siente los síntomas descritos anteriormente, no se automedique ni consuma antiinflamatorios. Hidrátese con suero oral y consulte inmediatamente a su médico.
Para prevenir la aparición del aedes aegypti, responsable del dengue, elimine los recipientes que puedan ser criaderos de mosquitos como: latas, botellas, neumáticos, trozos de plástico y lona, bidones cortados; coloque mosquiteros en ventanas y puertas, y finalmente recuerde fumigar.