La epilepsia es una de las principales enfermedades neurológicas crónicas que afecta el sistema nervioso central y consiste en la aparición de una descarga eléctrica brusca y anormal de un grupo de células (neuronas) del cerebro cuyo mecanismo inhibitorio y excitatorio esta normalmente bien controlado y es cuando este se altera en varias ocasiones que se dice que la persona es epiléptica, las crisis únicas no entran dentro de este contexto.

Varias son las señales pueden indicar que un adulto mayor padece de Alzheimer, una enfermedad irreversible y progresiva del cerebro que lentamente destruye la memoria, las aptitudes del pensamiento y, con el tiempo, hasta la capacidad de llevar a cabo las tareas más simples. Sin embargo hay que tener en cuenta cuáles son las diferencias entre actitudes y acciones normales de una persona senil y de otra que está enferma.

La esclerosis lateral amiotrófica (ELA), es una enfermedad neurodegenerativa progresiva que afecta a las células nerviosas del cerebro y de la medula espinal, provocando que las neuronas motoras disminuyan su funcionamiento y mueran. Debido a esto, el cerebro pierde la capacidad de iniciar y controlar el movimiento de los músculos. Con el tiempo, las personas que la padecen pueden quedar totalmente paralizadas.

Se considera a la demencia un síndrome, no una enfermedad, por el conjunto de signos y síntomas que indican un deterioro progresivo en los procesos del pensamiento. Se produce por diferentes causas. En todos los casos, implica un daño, interno o externo, de las células cerebrales.

El Parkinson es una enfermedad que degenera progresivamente el sistema nervioso central, el mismo que controla los movimientos del cuerpo, de los músculos y el equilibrio.

Las crisis epilépticas son más frecuentes de lo que se piensa, pueden comenzar a cualquier edad; aunque en la mayoría de veces se manifiesta en la niñez y la adolescencia, presentándose de igual forma en todos los grupos humanos sin distinguir edad, sexo, raza, condición social ni económica.