A través de la traqueotomía se introduce un tubo de plástico sea de metal o silicona, que permite la entrada y salida de aire para respirar. Existen varios tipos de cánulas con distintos materiales, características y tamaños que se adaptan a las necesidades y requerimientos que necesitemos.
Sin embargo, un correcto aseo y limpieza del estoma y los instrumentos a utilizar, asegurará que las bacterias no pasen por la traquea y produzcan infecciones en el paciente.
Si eres cuidador o enfermero, es importante que sigas estos pasos para una correcta higiene de la cánula.
Reúne los materiales necesarios
Mantén los tubos traqueales limpios y libres de moco o residuos extraños, de modo que es recomendable limpiarlos por lo menos 2 veces al día (una vez por la mañana y una por la noche). No obstante, mientras mayor sea la frecuencia con que lo hagas, mejor.
- Solución salina estéril
- Agua oxigenada diluida al 50 % (la mitad de agua combinada con la mitad de agua oxigenada)
- Recipientes pequeños y transparentes
- Cepillo fino pequeño o hisopos
- Lávate las manos
- "Manos limpias salvan vidas". Un correcto lavado de manos elimina todos los gérmenes y suciedad. Esto ayudará a prevenir cualquier infección a causa de la poca higiene.
- Utiliza jabón suave y enjuágate con abundante agua, finalmente sécate con una toalla de papel limpia y seca.
- Remoja la cánula interna. En un recipiente, echa agua oxigenada diluida al 50 % y, en otro recipiente, la solución salina estéril. Retira cuidadosamente la cánula interna mientras mantienes fija la placa del cuello.
- Coloca el tubo traqueal en el recipiente que contiene el agua oxigenada y déjalo remojar por completo hasta que las partículas presentes se ablanden, disuelvan y desaparezcan
Algunos tubos traqueales son desechables y, si tienes repuestos, no es necesario limpiarlos.
Limpia la cánula interna
Con la ayuda de un cepillo o aplicadores largos, limpia cuidadosamente el interior y exterior de la cánula interna, asegurándote de que no queden moco ni cualquier otro desecho. Procura no aplicar demasiada fuerza ni utilizar cepillos ásperos para limpiar la cánula interna, pues podrían dañarlo. Al terminar, remójala en la solución salina durante al menos 5 a 10 minutos para enjuagar
- Si ya no te queda solución salina, puedes remojar el tubo en vinagre blanco diluido con un poco de agua
- Si utilizas cánulas internas desechables, omite este paso.
- Vuelve a colocar el tubo en el agujero de la traqueotomía
Después de limpiar y esterilizar (o reemplazar) el tubo traqueal, vuelve a colocarlo cuidadosamente en el agujero de la traqueotomía mientras mantienes fijo el placa del cuello. Gira el tubo interno hasta que encaje en su posición. Puedes empujarlo ligeramente para asegurarte de que el tubo interno se encuentre fijo en su lugar.
De esta manera, completarás exitosamente el proceso de limpieza. Si lo haces por lo menos 2 veces al día, podrás prevenir infecciones, obstrucciones y demás complicaciones.
