Cuando se somete a una operación o cuando se corta accidentalmente, la incisión se cierra con puntos (suturas), o grapas dependiendo del sitio donde se encuentra y la profundidad del corte.
En la prevención de infecciones, las manos constituyen un vehículo de transmisión de agentes patógenos, ya sea por contacto directo de persona a persona, o indirecto a través de objetos o instrumentos contaminados, que posteriormente pueden infectar al paciente.
Por tanto, es primordial practicar los 5 momentos de higiene de manos para reducir y evitar el riesgo de que una herida se infecte; disminuyendo también el gasto en antibióticos; porque el lavado de manos elimina las bacterias y hongos que uno adquiere al tocar las cosas; y finalmente porque previene brotes epidémicos en la población.
Identificando una herida infectada
Toda herida produce una separación de los tejidos permitiendo la extravasación o salida de sangre y la entrada de gérmenes u objetos extraños que pueden producir infecciones
Una infección de herida ocurre cuando los microbios (bacterias, hongos, etc.) consiguen introducirse por ese corte en la piel del paciente llevando a que el paciente presente:
- Enrojecimiento,
- Dolor
- Ardor
- Pus
- Fiebre
- Malesar
- Hinchazón
Es importante no tocar la zona de la herida si no es necesario. En el caso de heridas por intervención quirúrgica, es importante que no manipules el apósito durante 48 horas después de la cirugía, excepto en caso de complicaciones.
Tratamiento de la herida
Cuanto más profunda y más grande sea una herida y cuánto más sucia esté, más cuidados necesitará, también dependerá de la gravedad de la lesión. Es importante lavarse las manos antes y después de manipular las heridas. Si en caso la herida llega a infectarse, es aconsejable que la herida sea valorada por un médico para prescriba los medicamentos adecuados.
Recuerda realizar un correcto lavado de manos (incluyendo los 5 pasos). Si notas algún cambio en la herida busca de inmediato a tu médico tratante.
