Como síntomas o formas de presentación son muy variadas y depende de la causa que origine a la hepatitis, puede haber nausea, vomito, dolor abdominal en la parte superior, cambios de color de la piel tornándose amarilla (termino que medicamente se llama Ictericia), falta de apetito, pérdida de peso, dolores articulares simulando una gripe fuerte son referencias que tiene un paciente afectado de esta enfermedad pero que pueden presentarse en otras que no sean hepatitis.
Es por esto que ante cualquier duda es mejor asistir a un médico para que usted o algún familiar afectado sea valorado e investigue si hay la sospecha de hepatitis o no. Lo más importante, como lo es para todas las enfermedades, es evitar exposiciones a tóxicos o a fármacos (auto medicarse, lo cual es muy común en nuestra población). Llevar medidas higiénico dietéticas favorables y realizar un control médico periódico si es que usted tiene alguna otra enfermedad ya diagnosticada y esta pueda predisponer al desarrollo de hepatitis.
Tratamiento
El tratamiento de la hepatitis es dependiendo de la causa pero por lo general requiere hidratación del paciente, reposo hasta la recuperación, evitar consumo de alcohol y una dieta que no haga perder peso al paciente. Es incorrecto asumir que un paciente con hepatitis debe dejar de comer es decir no tener ninguna alimentación solo tomar líquidos, ya que esto hidratará al paciente pero lo hará perder peso y al no consumir los nutrientes necesarios no tendrá una pronta recuperación.
Todo tratamiento requiere un tiempo determinado, es decir una vez recuperado el paciente es probable que su médico le indique continuar con algún tipo de medicamento hasta que el problema esté totalmente solucionado o al menos muy bien controlado
Recuerde que un “descuido puede causarle un perjuicio, pero un olvido puede causarle la muerte”. Visite siempre a su médico, nunca olvide su salud.
