Las 6 medidas de prevención contra la Hepatitis C

Escrito por  Dr. Gonzalo Benalcázar
Viernes, 17 de Mayo de 2013 13:49
https://www.hospitalvernaza.med.ec/component/k2/item/722-6-medidas-preventivas-contra-la-hepatitis-c

La hepatitis C, una de las enfermedades más comunes que infectan el hígado, es causada por la infección con el virus del mismo nombre. Puede producir desde un padecimiento leve que dura unas cuantas semanas hasta una afección grave para toda la vida.

 

Cada año se infectan con este virus entre 3 y 4 millones de personas en el mundo y 350 000 millones mueren a causa de enfermedades hepáticas vinculadas con la hepatitis C. Hay unas 150 millones de personas que sufren la infección crónica y están en riesgo de sufrir cirrosis hepática o cáncer del hígado. Los países con las tasas más altas de esta enfermedad son Egipto, Pakistán y China. En Ecuador esta enfermedad es de baja prevalencia.

 

El virus de la hepatitis C se transmite generalmente al recibir transfusiones de sangre o sus derivados (plasma, plaquetas), injertos de órganos contaminados, mediante inyecciones o pinchazos accidentales con agujas contaminadas, por el uso de drogas inyectables intravenosas, por la realización de tatuajes y perforaciones o por la transmisión de una madre infectada a su hijo. La vía sexual es una forma de transmisión poco frecuente.

 

El virus no se transmite mediante la leche materna, los alimentos, el agua, o al dar la mano o socializar con gente infectada.

 

La hepatitis C tiene un período de incubación (tiempo entre la infección y la aparición de síntomas) que dura entre 2 semanas y 6 meses. Después de la infección inicial, aproximadamente el 80% de las afectados no manifiestan síntoma alguno. Algunas personas pueden presentar un cuadro agudo leve con fiebre, fatiga, falta de apetito, náuseas, vómitos, dolores abdominales, coloración oscura de la orina, heces fecales de color grisáceo, dolores en las articulaciones e ictericia (coloración amarilla de la piel y el blanco de los ojos). Del 75% al 85 % de las personas que sufren de la infección inicial progresan a una forma de infección crónica, pero solo el 30% sufrirán a futuro de cirrosis y/o cáncer de hígado.

 

Es frecuente que el diagnóstico de la infección aguda no se establezca porque la mayoría de las personas infectadas no presentan síntomas.

 

El diagnóstico inicial se realiza mediante una prueba de ELISA para Hepatitis C y se confirma mediante una prueba de PCR para Hepatitis C. Diagnosticar tempranamente puede evitar problemas de salud derivados de la infección y prevenir la transmisión a familiares y otros contactos íntimos, por lo que se recomienda la realización de pruebas de detección a las personas que pueden tener riesgo de infectarse, tales como las que son sometidas a transfusiones sanguíneas, adictos a drogas intravenosas, pacientes en hemodiálisis, personal de salud, infectados con VIH, pacientes con enfermedades del hígado o con alteración de las enzimas hepáticas y recién nacidos de mujeres infectadas.

 

Aun no existen vacunas para prevenir la infección por el virus de la hepatitis C, por lo que la prevención juega un papel muy importante para disminuir el riesgo de contagio.

 

Las 6 medidas de prevención son:

1.-Evitar inyecciones innecesarias y aplicadas en condiciones no seguras.

2.-Evitar el uso innecesario de sangre y sus derivados.

3.-Buen manejo de residuos cortopunzantes (agujas, jeringas, etc.).

4.-No consumir drogas ilícitas inyectables.

5.-Relaciones sexuales seguras con métodos de barrera (preservativo).

6.-Evitar los tatuajes, perforaciones y la acupuntura en lugares no seguros y con material potencialmente contaminado.

 

Toda persona diagnosticada con infección por el virus de la Hepatitis C o que se encuentre dentro de las poblaciones de riesgo debería buscar atención médica especializada para determinar el riesgo de infección y progresión a una enfermedad crónica además de evaluar si es candidata a algún tipo de tratamiento específico.

 

El manejo adecuado y de forma oportuna además permitirá:

-Recibir educación y orientación acerca de las opciones sobre el manejo de su enfermedad.

-Vacunarse contra la Hepatitis A y B para prevenir la infección simultánea con estos virus y evitar un mayor impacto sobre el hígado.

-Someterse periódicamente a pruebas que permitan diagnosticar las enfermedades hepáticas en etapa temprana.

Modificado por última vez el Viernes, 17 de Mayo de 2013 13:53
Dr. Gonzalo Benalcázar

Dr. Gonzalo Benalcázar

Doctor en Medicina y Cirugía

Especialista en Hepatología y Trasplante Hepático

Programa de Trasplante Hepático

Hospital Luis Vernaza



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