La principal causa de la enfermedad de Parkinson es la muerte o mal funcionamiento de las células nerviosas ubicadas en la "sustancia negra", una parte importante del cerebro. También se le atribuye a factores genéticos y/o ambientales como la exposición a tóxicos, virus, etc.
Los síntomas tempranos de la enfermedad de Parkinson son tenues y se producen gradualmente. Entre ellos están:
- Temblores que comienzan en una mano y afectan a brazos, piernas y mandíbula. Estos empeoran si la persona está en reposo o estresada y mejoran cuando se está en movimiento.
- Rigidez de las extremidades, es decir, los músculos permanecen tensos ocasionando dolor, por lo que la persona afectada realiza movimientos cortos y rápidos que no puede controlar y que no tienen ningún propósito.
- Lentitud en los movimientos espontáneos y automáticos conocida como bradicinesia. Esto hace que las tareas simples como vestirse o bañarse, se hagan difíciles y tomen varias horas.
- Inestabilidad o deterioro del equilibrio que ocasiona caídas frecuentes, la adopción de una postura encorvada, con la cabeza inclinada y los hombros caídos.
- Depresión o cambios emocionales.
- Dificultad para tragar o masticar.
- Cambios en el habla,
- Estreñimiento,
- Problemas para dormir, calambres y distonia,
- Fatiga, pérdida de la energía y disfunción sexual.
Con el tiempo, los efectos de esta enfermedad empeoran. La expectativa de vida promedio de una persona con Parkinson generalmente es la misma que para las personas sanas. Sin embargo, en las etapas tardías la enfermedad puede causar complicaciones como ahogos, neumonía y caídas que pueden llevar a la muerte.
La enfermedad de Parkinson no tiene cura pero, afortunadamente, hay muchas opciones de tratamiento. Los medicamentos o la cirugía pueden brindar alivio dramático de los síntomas. Además existen terapias de apoyo y complementarias.
No hay forma de predecir o prevenir el Parkinson. En casos aislados de las personas que tienen una forma hereditaria de la enfermedad, los investigadores pueden estudiar mutaciones genéticas para determinar el riesgo al que están expuestas.
