El repelente de mosquitos es uno de los métodos más efectivos que se utilizan para evitar picaduras en especial del "aedes aegypti" causante del ZIKA, dengue, chikungunya y fiebre amarilla.
Estudios recientes a nivel mundial recomiendan aplicar repelentes que contengan el compuesto Dietil-meta-toluamida, conocido como DEET o picaridina, pero en una concentración menor al 30%.
La duración de estos productos es de tres a cuatro horas y no se recomienda volver a aplicar porque podría incrementar la toxicidad. Los repelentes deben aplicarse con frecuencia e inmediatamente si se detectan los insectos.
Además, la mayoría de los repelentes son seguros para embarazadas, pero es primordial consultarlo con el médico de confianza antes de usarlos.
El mosquito aedes aegypti (vector) hembra busca alimentarse de la proteína que se encuentra en la sangre que permite el desarrollo de sus huevos. El repelente (DEET) ahuyenta al mosquito; sin embargo, hay que destacar que el DEET no mata el mosquito.
Es importante que consideres que si tienes la piel irritada o con heridas, no debes aplicar el repelente ya que este puede ocasionar alguna irritación y complicaciones en tu piel y tu salud.