La hepatitis es considerada una de las causas importantes de cirrosis y de indicación de trasplante hepático. EL 60% de personas que padecen de cáncer de hígado (Hepatocarcinoma), están relacionados con la infección crónica por los virus de la hepatitis B y C.
De todos los pacientes infectados por virus de hepatitis B y C solo el 5% conocen que padecen esta infección.
Causas:
Entre los grupos o factores vulnerables para adquirir el virus de la hepatitis B y C están:
• Los recién nacidos hijos de padres portadores del virus B.
• Consumidores de drogas parenterales
• Profesionales de la salud
• Mantener relaciones sexuales de alto riesgo (homosexuales, múltiples parejas, sin protección)
• Realización de procedimientos sin las medidas de higiene y seguridad. (tatuajes, piercing, hemodiálisis y otras)
Síntomas:
• Generalmente las infecciones por virus de hepatitis B Y C, son asintomáticas;
• En ocasiones se puede presentar: Debilidad, fatiga, dolor muscular, dolor abdominal, diarrea, coloración amarilla de piel y ojos.
Control:
Existen medidas preventivas como la vacuna contra la hepatitis B; y tratamientos actuales con muy alta eficacia, con tasa de curación mayor al 90% en hepatitis C; además de antivirales efectivos para el tratamiento y control del virus de la hepatitis B.
Recomendaciones:
1. Control clínico anual
2. Vacunación para la hepatitis B en grupos vulnerables
3. Protección al tener relaciones sexuales
4. Realizarse al menos una vez al año, la prueba para los virus de la hepatitis B y C.
5. En caso de presentar infección crónica por virus de hepatitis B o C requiere la valoración por especialista en enfermedades del hígado.