La osteoporosis conlleva a la pérdida de densidad mineral de los huesos, volviéndolos más frágiles y quebradizos. Esta enfermedad no suele presentar síntomas, la descalcificación es silenciosa y progresiva y los huesos rotos son la primera señal de que la padeces. Especialmente, causa fracturas en las vértebras, las caderas y los huesos de la muñeca.
Los factores que predisponen a padecerla son: tener más de 60 años de edad, una fractura anterior, reposo forzado prolongado, bajo peso corporal, ausencia de ciclos menstruales por más de 12 meses, ciertas medicaciones, tales como corticoides, utilizadas durante un largo plazo, trastornos crónicos como anorexia nerviosa, enfermedad celíaca, enfermedad hepática crónica, enfermedad renal crónica, hipertiroidismo y artritis.
Se estima que una de cada tres mujeres y uno de cada cinco hombres a partir de los 50 años sufrirá una fractura por osteoporosis, de ahí la importancia de acudir al especialista para identificar los factores de riesgo que predispongan a padecerla.
En el caso de que la persona presente un alto riesgo de sufrir fracturas es probable que necesite medicación contra la osteoporosis para fortalecer los huesos.
Por otra parte, la artritis reumatoide es una enfermedad inflamatoria sistémica autoinmune, caracterizada por una inflamación persistente de las articulaciones, que por lo general afecta a las pequeñas articulaciones de manos y pies; causando en quien la padece dolor, hinchazón y rigidez.
Está perfectamente establecido que los pacientes con artritis reumatoide presentan menor densidad mineral ósea que la población general y en consecuencia un mayor riesgo de fracturas.
Los factores que inciden son: la edad, el índice de masa corporal, la actividad y la duración de la enfermedad, el estado funcional y el tratamiento con esteroides.
Los pacientes que tienen artritis reumatoide tienen más posibilidades de desarrollar osteoporosis, debido a que parte del tratamiento se lo realiza con esteroides y consumirlos de forma prolongada causa osteoporosis.
Para prevenir ambas enfermedades, siempre recomiendo a mis pacientes realizar periódicamente actividad física con peso y ejercicios para fortalecer los músculos, seguir una dieta nutritiva rica en calcio, proteínas, y vitamina D, además es importante evitar hábitos poco saludables, como el tabaquismo o el consumo excesivo de alcohol.