Las recomendaciones dietéticas para los pacientes con trasplantes son generalmente similares a las que debería adoptar la población general a fin de mantener una alimentación saludable y equilibrada, con productos de calidad nutricional, especialmente importantes para el control de las complicaciones que puedan presentarse.
El nutricionista del equipo de trasplantes le dará instrucciones específicas sobre el consumo diario permitido de nutrientes. Algunos consejos para realizar una dieta sana pueden incluir:
- Consumir alimentos con alto contenido de fibra, como frutas y verduras.
- Consumir menos sal y alimentos procesados.
- Usar hierbas y especias en lugar de sal para condimentar las comidas.
- Beber cantidades adecuadas de agua (a menos que le indiquen limitar los líquidos).
- Consumir la menor cantidad posible de grasa y aceite.
- Preferir alimentos proteico con bajo aporte de grasas, como: carne de res magra, pollo (sin piel), pescado, huevos y frijoles.
- En lugar de freír los alimentos, pruebe hornearlos, asarlos a la parrilla, hervirlos o cocerlos al vapor.
Una dieta variada y equilibrada asegura el consumo mínimo de vitaminas que se recomiendan en este tipo de pacientes. Aun así, debe prestarse especial atención al alto riesgo de deficiencias que provoca el consumo de comidas muy bajas en calorías.
Recuerde que la educación constante, la intervención adecuada y la colaboración del paciente y su familia son determinantes para conseguir un correcto estado nutricional, teniendo en cuenta el riesgo de aumento o disminución de peso corporal y las complicaciones que pueden aparecer a largo plazo.